La Pizarra nos invita a mirar para adentro con preguntas y opciones de respuesta, lo ideal es ponerlo a la altura de los peques o bien colgarle una cinta si lo querés trasladar. Podés elegir un momento del día para pasar por la pizarra y que sea parte de la rutina, o recurrir en momentos en que necesitan volver a la calma. MUY IMPORTANTE: no hay que usarla sólo en momentos de enojo, miedo o de tristeza, todas las emociones son importantes. En primera instancia los adultos la usamos y modelamos con el ejemplo. Es importante que a la hora de usarla practiquemos una escucha ATENTA y COMPASIVA, no te olvides de escuchar también con los ojos. Prestarle atención a la emoción es una estrategia de prevención, fundamental en la co-construcción de salud mental (no hay salud sin salud mental). Esta hermosa responsabilidad de acompañarlos en su crecimiento puede ser un gran desafío sobre todo si aún nosotros, los adultos, estamos en construcción o reconstrucción, por eso un material como éste puede ser de gran ayuda para grandes y chicos.
